lunes, 22 de julio de 2013

Perfección

¿Sabes qué es la perfección? Yo sí. Perfección era el cielo ardiendo en llamas rosas, estallando en ráfagas violetas para despedir a los últimos rayos de sol. Perfección las nubes anaranjadas fraccionando el cielo con su suave y alargado algodón etéreo. Perfección era su pie rozando la superficie del río, del espejo de agua dulce que capturaba y duplicaba la maravilla que había sobre nuestras cabezas. Perfección su cuerpo cubierto con un fino vestido verde, sus brazos apoyados en la hierba y su cabeza echada hacia atrás con la cascada de rizos castaños mecida suavemente al compás de la brisa veraniega. Perfección eran sus ojos cerrados, su respiración pausada, su imperturbable quietud de estatua clásica y la paz que desprendía. La perfección era saber que el cielo era nuestro y que nadie podría nunca arrebatarnos aquel instante. La perfección era saber que era mía.